Sobre ventanas de asfalto, salto con mi cordel de angustias
Quieta amargura produce el sonido al rebotar
Cada vez más alto, cada vez más fuerte...
Los latigazos sobre mi espalda parecen utópicos recuerdos
Susurros lentos, monosílabos de tiempos cautivos.
Tan conocido por tu sombra y tan perdido por mis vueltas,
Giro sin temer, sin caer, sin colarme del brillo de tus labios
Buscando puentes imaginarios para acercarme a ti
Tan lejos, tan cerca, tan rápido y volátil.
Mi silencio perpetua tu imagen
Como dormida en un cuarto de ángeles
La canción de cuna resuena como melodía trizada
Cada vez más adentro, cada noche más fuerte...
Lirios de alma cubren tus ojos,
celosos lapislázulis solo quieren ver tu azul...
guardo tu sonrisa en mi cenicero,
Cuido tu fe como clavos oxidados en mi sangre.
Las promesas infinitas ya pierden sentido
No escuchan el destino del caos
No miran esencias traslúcidas
No sienten el alivio de tu voz
No detienen mi candor perturbado
O el frió de mis rasgadas manos
Es falta de algo
Vació creado
Plegaria incauta
De nada... de todo
girando a la vez.
